En este vídeo podréis seguir la ponencia de Alejandro Piscitelli sobre “La Educación en la Era Digital” que expuso durante la celebración del I Simposium Digital Signage y Educación, organizado por Crambo Latinoamérica y Samsung Electronics Latinoamérica.
Comienza hablando sobre que significa que “los medios son buenos para pensar”, resaltando la diferencia entre el movimiento que se produce en los medios, la velocidad a la que se avanza en el mundo, en innovación, y la brecha que existe entre este movimiento y la lentitud de la escuela.
Los alumnos están creando su propia memoria cognitiva, el docente tiene que ser un provocador cultural para que los alumnos lo escuchen, y orientar hacia la innovación, la colaboración, la creación. Es imprescindible que los alumnos aprendan a programar. Tal y como está configurada la educación actualmente, en la escuela sólo se dan ciertas respuestas, pero no se fomentan la investigación, las preguntas.
El remedio clave para la reconfiguración del sistema educativo tiene que ser el fomento de la curiosidad.
Estamos en una sociedad que tiene super abundancia de información, y el problema que se presenta es como filtrar esta información. En la conversación con las pantallas (pc, móvil, tablet…) pasamos gran parte del día, lo que provoca que la potencia comunicativa se esté transformando y moviéndose cada vez más hacia la web.
Es evidente que el futuro no se puede prever completamente, existe un futuro probable, pero el hecho de que el futuro depare sorpresas es la base de cualquier oportunidad. No somos esclavos del futuro.
Cada vez vivimos en espacios más flexibles, debemos crear nuevos espacios educativos no para escuchar sino para crear. La tecnología es una herramienta perfecta para ayudar en este cambio educativo, fomentando la creación e innovación, con los recursos que la tecnología pone a nuestro alcance. En estos espacios además, se orienta el aprendizaje a la participación y a la colaboración interdisciplinar, convirtiendo incluso a las personas en sí en seres interdisciplinares.
No se trata de que todos sepamos utilizar todas las herramientas, pero sí que sepamos todo lo que se puede conseguir con ellas, que podemos pedirle al que sí las sabe utilizar.
Todos estos conceptos educativos sólo son posibles en cierta clase de espacios, no en las escuelas tradicionales. El mercado comienza a pedir tareas completamente creativas, relacionadas con innovación, con diseño, con valor añadido. El resto de tareas rutinarias van a ser llevadas a cabo por robots.
A cambio aparecerán nuevas profesiones que requieren una alta capacidad de investigación, creación e innovación y para las que hay que educar a los alumnos. Y de aquí viene el problema ¿cómo educamos a los alumnos para profesiones que todavía no conocemos? Es necesario que les enseñemos a aprender, a buscar y filtrar el conocimiento, y sobre todo a crear.
Es necesario pensar no sólo en qué clase de planeta vamos a dejar a nuestros hijos, sino en qué hijos vamos a dejar a nuestro planeta.
Para ello hay que practicar el coaching con los docentes. éstos no van a cambiar su forma de enseñar porque les proporcionemos medios tecnológicos, debemos enseñarles a enseñar de forma diferente.